¿Qué hacemos?
Creamos experiencias escénicas, participativas, transformadoras y altamente emocionales.

Desde el microteatro y la reflexión colectiva, visibilizamos historias reales silenciadas y generamos espacios de escucha, ternura y cambio.
¿Para qué existimos?
Para acompañar lo que no siempre se nombra.
Para acercar a la sociedad realidades invisibles, reconociendo en el arte una forma de empoderamiento, expresión y sanación.

¿A quién nos dirigimos?
A quienes han sido silenciadas o ignoradas.
A quienes crean desde la conexión, el respeto y el cuidado.
A quienes necesitan espacios humanos, poéticos y colectivos.
¿Qué soñamos?
Soñamos ser un espacio de referencia: Abierto, seguro, comunitario y comprometido con la transformación profunda.

Donde el arte y las historias reales conviertan lo íntimo en colectivo.
¿Cómo caminamos?
Lento, pero en red.
Sostenidas por la facilitación, la escucha radical, la ética feminista y la práctica del cuidado.

Habitamos los márgenes, sanamos desde los vínculos, revisamos desde lo humano.
¿Cómo nos definimos?
Como un proyecto artístico, social y comunitario.

Un lugar donde el microteatro da cuerpo y voz a las historias que importan.
Una casa poética donde lo herido se transforma en belleza.
¿Cómo nos identificamos?
Con una cultura feminista, horizontal y participativa.
Con el compromiso de poner la vida en el centro y la ternura como forma de resistencia.

Nos reconocemos en lo colectivo, lo profundo y en las voces que no siempre han tenido lugar.
Creemos…
En el arte como empoderamiento.
En la escucha como acto político.
En la ternura como fuerza estructural.
En la participación como derecho.
En lo comunitario como semilla de transformación.

Por eso…
No actuamos: acompañamos.
No representamos: encarnamos.
No dirigimos: escuchamos.
No imponemos: Abrimos grietas para que lo íntimo emerja y lo colectivo se escuche.

Somos ESCENIKA.
Habitamos la escena para transformar la vida.